Los viernes son siempre día de princesas.
A las 10 nos vemos en la ferretería chicas.
Son las 10 y cuarto, se puede saber ¿dónde estáis?
-Atención: LA CÁMARA.Eso es imprescindible.
-Pues se nos ha olvidado.
-Vaya.. Bueno..¡yo traigo la mía!
Por fin estamos las tres niñas juntas, ¡las niñas que hoy son más bien reinas! Y como no, todas de negro pero no por eso menos radiantes.
Antes de seguir.. Señorita Isabel, mi versión del viernes parece un plagio tuyo..
Cenamos en lo que parece un italiano bastante bonito. Jamón, pasta,pescado. .¡incluso queso parmesano!
Obviamente, nos dejamos más la mitad del presupuesto en la cuenta, pero hoy nos tiene que dar igual.
Algo más tarde salimos de allí y muertas de frío buscamos algún bar.
Cuando por fin decidimos donde ir, nos encontramos en una plaza más bien vacía y algo oscura. Más bien vacía porque allí solo estábamos nosotras tres y dos hombres extranjeros que , aunque entonces no lo sabíamos, nos ivan a dar la noche.
Seguimos andando y para nuestra sorpresa, nos descubrimos huyendo de ellos.. lo que parecía una broma se estaba convirtiendo en un buen susto.
Intentando mantener las distancias, buscamos como locas cualquier sitio con gente y entramos en lo que parece un bar algo extraño.Estábamos fuera de lugar y la gente nos miraba. Como decía mi amiga, entramos en Guatemala pero si salíamos estábamos en Guatepeor.. Nosotras, las valientes, salimos.
Y seguían allí, ¡esperando! Acto seguido me vi, bueno.. nos vi corriendo, hasta que llegamos a una cervecería irlandesa y me inundó la sensación de calidez. Un respiro.Estamos salvadas. O eso creíamos.. la noche no acabó ahí.
Afortunadamente estábamos juntas, y seguía siendo viernes..
